El mercado de la telefonía móvil vive una revolución. No por la innovación de las grandes marcas tradicionales (Samsung, Apple, Sony), sino por la aparición de decenas de pequeñas y medianas empresas que están compitiendo casi de tú a tú con los líderes del mercado con una propuesta de terminales potentes pero baratos. Muchos se compran sólo por internet, suelen tener origen chino, y por entre 80 y 200 euros ofrecen ‘smartphones’ potentes pero sin florituras que tienen poco a envidiar a los de más de 300 euros.

Cuando el consumidor piensa en marcas de móviles vienen a la cabeza Samsung, Apple, Sony o LG. Bien es cierto que estos gigantes siguen siendo referentes en innovación, pero otras marcas secundarias empiezan a robares mercado. “Las marcas alternativas a las más conocidas están ganando cuota mas a mes, con una propuesta de móviles más baratos pero con buenas prestaciones”, asegura a este diario Bernardo Rodilla, director de cuentas del departamento ComTech de la consultora Kantar Worldpanel.

Triunfan en Europa

El análisis de las ventas de móviles en España lo confirma: las grandes firmas pierden cuota mientras que las pequeñas y medianas progresan. Según datos de la consultora mencionada, en junio Samsung fue la marca que más móviles vendió en España, con una cuota del 25,4%. No obstante, en sólo un año ha perdido nuevo puntos (34,3% el junio del 2015). Segunda continúa la china Huawei, pero con un importante crecimiento: del 13,6% de cuota hace un año al 20,6% ahora. Es, precisamente, una de las marcas que apuesta por móviles de gama mediana con altas prestaciones y precio ajustado.

La tercera en ventas es una firma española, BQ, que también apuesta por la calidad y precio ajustado (cuota del 12,6% en junio, aunque llegó al 16,2% en mayo). Cuarta es Apple, con el 12,6% de las ventas, y quinta, LG (5%). Pero todavía más interesante es lo que pasa a partir del sexto lugar: “Por debajo de estas hay un conjunto de marcas hasta ahora poco conocidas, la mayoría chinas, que están creciendo mucho. Son Xiaomi, Oppo, Doogee o Lenovo, y juntas ya tienen el 10% del mercado”, destaca Rodilla.

El cambio en el mercado se debe de, indica Rodilla, a los terminales de gama mediana/baja. Aunque los teléfonos insignia están cerca de los 800 euros de las firmas más conocidas siguen teniendo éxito, no pasa el mismo con sus gamas más bajas: en este segmento, los consumidores se van hacia marcas menos reconocidas pero que ofrecen más por menos. “La gama mediana está ofreciendo dispositivos que permiten una experiencia de uso muy buena por un precio que va de los 150 a los 300 euros. El consumidor sabe que un dispositivo de 300 no es igual sobre el papel que uno de 800 euros, pero hoy ya los dos le ofrecen una experiencia más que satisfactoria. Las prestaciones de los dos superan las necesidades de la mayoría de los usuarios”, asegura Rodrigo de Prado, director general adjunto de BQ.

En Francia, la marca local que triunfa es Wiko, con una apuesta similar. “Hace unos años el mercado de ‘smartphones’ estaba dominado por los modelos de alta gama, mientras que ahora los teléfonos de gamas medianas y de entrada se han convertido en la primera opción”, explica Teresa Acha-Orbea, directora de marketing de Wiko Iberia.

Este cambio de tendencia es fruto de varios factores. Principalmente, porque finos hace pocos años los operadores ‘regalaban’ los móviles, mientras que ahora el consumidor los tiene que pagar. Internet es el canal de información habitual, y también ofrece la opción de compra, con webs como Amazon o tiendas chinas que ofrecen móviles de todas las marcas y dónde es fácil comparar características. De hecho, según Rodilla, uno de cada cuatro móviles que se vende en España ya es a través de Internet.