Escorts y prostitutas, ¿son lo mismo?
Los negocios están evolucionando a una velocidad y de una forma nunca vista hasta ahora. Internet y las nuevas tecnologías están cambiando por completo nuestro mundo, y se ha llegado a ese punto que supone adaptarse o morir. Incluso los pequeños negocios de barrio, los de toda la vida, están abriendo sus propias redes sociales para mantener a su clientela al tanto de ofertas, o expandirse a nuevos clientes. Todos quieren estar en la red, porque se ha convertido en una especie de segundo mundo para nosotros, una dimensión virtual en la que la mayoría pasa mucho tiempo. Dependerá, por supuesto, de la situación de cada cual, pero hoy por hoy comprar online, encontrar un restaurante gracias a Google o comparar precios por Internet es lo más habitual del mundo. Esto ha llegado al punto en el que incluso los oficios más físicos y antiguos, como la prostitución, están viviendo su mayor revolución en siglos.